¿Cómo le dichen?

Comenzamos hoy una serie de posts que espero sea inagotable.
Quizá ningún otro país como Costa Rica se caracteriza por la enorme, variada y original cantidad de apodos con que rebautizamos a los demás. Así que nos dimos a la tarea de recolectar la historia que hay detrás de esos singulares sobrenombres.
Sin más preámbulo, aquí están los dos primeros de la lista, escuchados esta mañana en el programa de radio El manicomio de la risa:

Peón de ajedrez
El dueño de este apodo sufrió un accidente en su juventud y quedó con la boca torcida. Sus amigos lo bautizaron Peón de ajedrez porque "camina de frente y come de lado".

Necesario
Se trata del eterno monaguillo de la iglesia El Carmen de Alajuela, a quien los feligreses manudos veía siempre acompañando al padre Justo. Verlos venir hizo que el apodo surgiera espontáneamente: "Ahí vienen Justo y...".

Siéntanse en la libertad de compartir sus apodos e historias al email randallcorella@gmail.com